miércoles, 12 de mayo de 2010

¿Cuánta democracia quieren los Verdes?


La columna de opinión seleccionada por el editor de WiKiCiudadana

ÓSCAR SÁNCHEZ*

La coyuntura ha sido buena para la democracia. Gracias Antanas, por recordarnos que un Estado sin legalidad es como una biblioteca sin luz. Usted ha logrado comunicar lo que muchos creíamos inviable. El Estado de Derecho estaba moribundo. Y ahora la gente admite que el poder tiene límites, y que los principios abstractos, expresados en la ley justa, son más importantes que las lealtades personales. Un respiro. ¿Será ese respiro el máximo de democracia posible por ahora? Los demócratas de izquierda votaremos por Antanas cuando se enfrente a Santos en la segunda vuelta, porque entendemos el valor de la ley. Pero el pluralismo y la vigencia plena de los derechos humanos, son otras características esenciales de los regímenes tanto demoliberales como socialdemócratas, a las que no queremos renunciar.

Si el Partido Verde quiere ser la genuina opción democrática, debe profundizar su prioridad por los derechos. Defender a las víctimas de atrocidades cometidas por mafias y agentes del Estado, como lo han hecho con valentía algunos dirigentes liberales y del Polo. Aceptar, como lo hace el programa de Gustavo Petro, que la salud, el agua, la educación, o una pensión mínima garantizada, son derechos humanos, cuya realización es esencial para los demócratas. 

Y apostarle al pluralismo y a la deliberación. Deben admitir que las segundas vueltas dejan expresar posturas ideológicas diversas y dan voz a las minorías. Y que se justifica pagar por ellas. Y debatir con gusto, "argumento va, argumento viene", con otras fuerzas políticas con credenciales democráticas. 

Abrir la puerta a un diálogo programático serio con los demás sectores progresistas, no debe ser visto como un eventual gesto generoso, sino como una actitud responsable ineludible por parte de los Verdes (y no sólo de su candidato). Responder a sus seguidores, sólo porque quieren oírlo, con generalizaciones y descalificaciones de sectores políticos heterogéneos, o utilizar selectivamente la antipolítica con unos y la ambigüedad con otros, a sabiendas de que eso mina la democracia, se llama populismo. ¿No tenemos suficiente simplismo, caudillismo y desinstitucionalización, Antanas? 

Puede haber diferencias grandes entre distintos sectores de verdes, de amarillos y de rojos en el método que proponemos para garantizar los derechos, o la deliberación. Además, el Partido Liberal por décadas, y el Polo recientemente, han admitido conductas en sus miembros que contradicen sus discursos de transparencia, convivencia e inclusión. Pero sería injusto desconocer que esos propósitos han sido liderados recientemente por los sectores de avanzada de esos partidos, y que ha habido un ejercicio de autocrítica y depuración en ellos.

Estoy convencido de que Antanas, que es político, y bastante astuto, asumirá en un par de semanas el papel de líder histórico de un partido y de una coalición democrática. No creo que sea un caudillo más, ni que quiera pasar a la historia sin dejar un proyecto perenne. Y creo que el Partido Verde, pasado el momento de las estrategias emocionales, le ayudará a ver que se requiere una coalición para ganar las elecciones en segunda vuelta, para llegar al país rural, para tener voz en el Congreso, para fortalecer con cuadros comprometidos su gobierno, y para proyectar una apuesta de continuidad.

Y ante todo, le creo a Antanas, a Fajardo, a Lucho, a Peñalosa y a su partido, que quieren construir deliberativamente y sin odio. Y me niego a aceptar que vayan a rechazar desde el prejuicio, al estilo Furibista, un debate sincero con la izquierda y el liberalismo democráticos.

*http://www.elnuevodia.com.co/nuevodia/opinion/columnistas/25444-icuanta-democracia-quieren-los-verdes.html 
Ex director de Gobernabilidad Democrática de Pnud Colombia.

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